Actividades voluntarias en Bonghwa, Gyeongbuk

El 15 de agosto, aproximadamente 250 voluntarios de la Iglesia de Dios iniciaron los trabajos de restauración en Bonghwa, Gueongbuk. Ellos reconstruyeron la carretera perdida y el terraplén derrumbado cuya longitud era de 30 metros, y recogieron toda la basura en la cuenca alta del río Nakdong a lo largo de 1.2 km. Especialmente al reconstruir el terraplén, no escatimaron el dolor en el agua fría. El magistrado principal de Bonghwa, quien trabajó junto con los voluntarios, valoró su sinceridad y los elogió, diciendo: “Quedé profundamente conmovido por los voluntarios de la Iglesia de Dios. Ellos se lanzaron al trabajo de restauración, a pesar de que era feriado”.

ⓒ 2002 WATV

Actividades voluntarias en Hallim

Las zonas severamente damnificadas fueron Hallim en la ciudad de Gimhae y Haman.
El 19 de agosto, unos 100 miembros de la Iglesia de Dios de Gimhae visitaron Hallim. Hasta ese día, la zona no se había secado; por tanto, el trabajo de restauración no se realizó positivamente. Ese día los voluntarios notaron que se necesitaba una ayuda rápida y constante en esa zona. Dos días después, aproximadamente 120 miembros se ofrecieron de nuevo para apoyar a las víctimas de Hallim. Y el 22 de agosto, unos mil voluntarios que escucharon acerca del grave estado de Hallim, se apresuraron en ir allí en cuanto terminaron el trabajo de restauración en la zona de la cuenca del río Nakdong.

A medida que las aguas se escurrían, todas las aldeas se mostraban cubiertas de suciedad y un olor desagradable asediaba las fosas nasales de la gente. Mientras los voluntarios de otras organizaciones se mantenían alejados de la zona, los miembros de la Iglesia de Dios limpiaron voluntariamente las calles y las casas. Todas las víctimas de la inundación y los funcionarios relacionados y hasta otros voluntarios quedaron conmovidos por su dedicada obra.

Un funcionario de la Municipalidad de Gimhae envió oficialmente una carta de agradecimiento a la Gran Asamblea. En la carta, manifestó: “Hallim estaba en una situación muy grave, y hasta los funcionarios nos resistíamos a trabajar en esa zona. Pero los voluntarios de la Iglesia de Dios guiaron los trabajos de restauración voluntariamente. Nunca olvidaré su sinceridad en toda mi vida laboral”. Los reporteros de cada estación de radiodifusión y prensa competían por reunir material de los voluntarios.

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Actividades voluntarias en la cuenca del río Nakdong

El 21 de agosto, unos mil voluntarios de la Iglesia de Dios visitaron el puerto de Dadaepo en la cuenca baja del río Nakdong, donde se acumuló una gran cantidad de basura.

Ese día, los voluntarios recogieron 20 toneladas de basura a lo largo del río: latas, espuma de poliestireno, árboles desarraigados, refrigeradoras, sofás, etc. Los voluntarios separaron toda la basura y la entregaron a los funcionarios encargados.

El pastor Pyo Gi-sang, que guió a los voluntarios de la zona de Busán, hizo un llamado a la cooperación nacional: “Me sorprendí por la cantidad de basura. Las mil bolsas de yute que trajimos no fueron suficientes. Se necesita más ayuda sistemática”.

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Actividades voluntarios en Haman

El 21 y 22 de agosto, unos 280 voluntarios de la Iglesia de Dios de la zona de Mansan recogieron la basura en Haman, el área extremadamente damnificada por la inundación. En Haman, 320 hectáreas de 6 aldeas fueron arrastradas incluyendo 120 casas y tierras agrícolas. Los voluntarios recogieron 360 toneladas de basura por separado y la llevaron a un vertedero.

Un funcionario encargado de la administración provincial expresó su gratitud: “Es la primera vez que me encuentro con voluntarios como los de la Iglesia de Dios. Los voluntarios de la Iglesia de Dios no tuvieron tiempo ni de respirar y se dedicaron a la obra”. Y un funcionario encargado del bienestar social de la ciudad de Gimhae, expresó su agradecimiento: “A los voluntarios de la Iglesia de Dios les tomó dos días para terminar la obra; a otros voluntarios les habría tomado una semana. Trabajaron sin descansar. Nunca terminaré de agradecerles”.

El pastor Hong Young-bok, que dirigió la actividad de servicio voluntario en Haman, mostró su firme voluntad, diciendo: “Mientras más sufra nuestro prójimo los desastres nacionales, los cristianos tenemos que practicar más el amor. Siempre estamos listos para entregar el amor de Dios a las personas en necesidad”.

Esos sinceros servicios voluntarios de la Iglesia de Dios se hicieron conocidos en otras zonas inundadas, y la Gran Asamblea estuvo ocupada recibiendo solicitudes y consultas de parte de ellos. Ante las urgentes peticiones de otras zonas, el 25 de agosto los miembros de la iglesia se dirigieron a Jinhae y Jinju. Lo que las víctimas de las inundaciones necesitaban no era tan solo algunos artículos de emergencia o ayuda para mostrar. Ellos necesitaban nuestra constante preocupación y amor. Cuando compartamos su sufrimiento, ellos tendrán esperanza nuevamente.

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