ⓒ 2006 WATV
El 27 de marzo, Kim Min-sik (13) de la Iglesia de Songpa, Seúl, recibió elogios de su escuela por sus buenas obras. El 10 de marzo, encontró una billetera en la calle y la devolvió a su dueño a través de una estación de policía cercana.
En la billetera había un cheque por US$ 27.500, una gran cantidad de dinero, anillos, etc. Él se negó a ser premiado por el dueño de la billetera. La Estación de Policía Samjeon hizo que la escuela de Min-sik, la Escuela Primaria de Seokchon, supiera lo que él había hecho, y la escuela lo elogió por sus buenas obras.
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Min-sik, que todavía es un jovencito, dijo tímidamente: “Cualquiera hubiera actuado igual que yo”, mostrando una gran sonrisa, diciendo: “Estoy feliz de ver a mi mamá complacida”. Min-sik había estado triste por la pérdida de su padre dos años atrás. Su madre, Kim Jeong-hwa, dio gloria a Dios, diciendo: “Pienso que Dios le dio fuerzas y lo animó permitiéndole ser premiado”.
El pastor Choi Dong-rim, de la iglesia de Songpa, lo elogió y dijo: “Pienso que Min-sik fue premiado porque los niños de la iglesia, incluyéndolo a él, han tratado de hacer buenas obras en obediencia a las enseñanzas de la Madre, que son comportarse bien y estudiar mucho para glorificar a Dios. El pastor Choi agregó: “Min-sik ha mostrado un buen ejemplo a los niños de Sion, para que ellos puedan glorificar a Dios mediante las buenas obras”.
Cuando Min-sik fue elogiado por su sonrisa, dijo: “Yo sonrío porque soy hijo de Dios”, y su madre dijo que ella también sonríe brillantemente porque tiene la esperanza en el cielo. Dios se complacerá cuando todos los miembros glorifiquen a Dios siguiendo la palabra de Dios: “Sean la sal y la luz del mundo”.